Ja consagrat com un dels grans noms de Hollywood, William Wyler va fer una aposta arriscada en l'únic film que va dirigir sota bandera anglesa. "El coleccionista" (1965) adaptava una novel·la de John Fowles que narrava la insòlita peripècia d'un jove raret que compra una casa al camp amb els diners guanyats en la loteria per guardar-hi la col·lecció de papallones i, de passada, una noia que li agrada esperant poder conquerir el seu cor mitjançant l'expeditiu sistema del segrest.
Per filmar aquest somni humit d'adolescents introvertits, que es desenvolupa en un escenari únic (tret del passeig inicial pels carrers de Londres), Wyler compta amb una parella de joves actors gairebé desconeguts. L'experiment resulta un èxit, Terence Stamp i Samantha Eggar es fan famosos de la nit al dia, i Wyler confirma la seva vàlua com a realitzador eclèctic.
9 comentaris:
Una interesante premisa, que me despertó algo de curiosidad.
Casi una historia de amor es un buen subtítulo.
Magnífica narración por parte de Wyler.
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El que més em crida l'atenció de la pel·lícula és com Wyler, aleshores un autor veterà i més que consagrat, adopta, tanmateix, alguns plantejaments propis del cinema més innovador que s'estava fent a mitjans dels anys seixanta.
Una abraçada.
Demiurgo: Sí, casi.
Trecce: Y una magnífica dirección de actores.
Juan: Jo crec que es va delir i volia fer una pel·lícula moderna, europea (és per això que va anar a rodar a Londres?).
Una abraçada.
Es verdad lo que decís: director clásico, narrador excelente (me gustan sus largos planos secuencia), y con un resultado de lo más moderno, que bien podría haber dirigido algún realizador de las nuevas olas.
Saludos.
Me parece curioso observar que los colores de Londres, así como el protagonismo de dos actores jóvenes y guapos, ella pelirroja, acercan este film a otro dirigido el año siguiente por un italiano, este sí moderno de verdad, y me refiero al "Blow Up" de Antonioni.
Saludos.
La verdad es que no he conseguido ver la "modernidad" de EL COLECCIONISTA por ninguna parte. En mi opinión, estamos ante una película de suspense claustrofóbico con muchas pretensiones en su diseño y escaso riesgo en su ejecución, refugiada en un asegurador academicismo formal y unos recargados diálogos que, lejos de agregar fuerza al drama, contribuyen a artificializar las situaciones. Situaciones, por otro lado, cuidadosamente recortadas para que nunca arañen el fondo. La amanerada actuación de Terence Stamp, tampoco ayuda. Creo que Almodóvar en ÁTAME, con una temática muy parecida y un tratamiento diametralmente opuesto, llegó mucho más lejos que Wyler y consiguió algo que ni por asomo logró el autor de la película que nos ocupa: emocionarnos hasta la médula.
Un saludo.
Creo que llevas razón en lo de que la película quiere parecer moderna y es más bien académica.
Sobre la película de Almodóvar, no coincidimos del todo. Es más original y más arriesgada, de eso no cabe duda; sin embargo, no me pareció especialmente emocionante y nunca me acabé de creer la relación entre los personajes protagonistas.
Saludos.
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