El realitzador ofereix un nou passeig per iconografies familiars i, alhora, inventades, en aquest cas un petit poble en un desert dels Estats Units on va caure un meteorit i es duen a terme proves atòmiques (som a l'any 1955). Un repartiment coral amb més estrelles que al firmament interpreta els personatges ja habituals en el cinema d'Anderson, des d'un narrador omniscient (Bryan Cranston) fins als joves excèntrics que presenten treballs per a un concurs escolar sobre fenòmens astronòmics, i no tan joves però igualment excèntrics que obtenen fotografies de marcians i d'estrelles de Hollywood despullades, passant per l'autor (Edward Norton) i el director (Adrien Brody) de l'obra de teatre que aparenta ser tot plegat, qüestió que permet novament un joc de caixes xineses, alternança entre blanc i negre i colors primaris, imatge real i animació. En fi, tot allò que vaig dir sobre "La crónica francesa" (2021) també val per a aquesta nova filigrana, fascinant, esgotadora.
4 comentaris:
Realmente muchos nombres muy conocidos.
Lo cual viene a ser otro sello de autoría, aunque me preocupa que esa acumulación de personajes y subtramas acabe no sumando sino más bien lo contrario.
Existen autores de los que suele decirse: "su cine, lo amas o lo aborreces". Pues bien, las películas de Wes Anderson no llevan a esos extremos y solo parecen (unas más que otras) extravagantes y seductores ejercicios de meticulosa e imaginativa composición plástica. Degustarlas puede producir una cierta dosis de placer de evanescente impacto mientras asistimos, como en el título que nos ocupa, a una desarticulada sucesión de estampitas retocadas que van de la burla cariñosa hacia lo que representan las criaturas que desfilan ante nuestros asombrados ojos, al más descarado absurdo. Casi, casi, una tomadura de pelo. Nota curiosa: esta película se rodó en Chinchón (Madrid).
Anderson combina una mirada tierna sobre sus excéntricos personajes con una puesta en escena cada vez más relamida, fascinante por sí misma, lo cual encierra el peligro de que se utilice como subterfugio cuando el realizador no tenga nada interesante que contar. ¿Es por ello que mejora cuando se inspira en relatos de Roald Dahl?
Lo del rodaje en Chinchón no deja de ser curioso, pues la película podría estar perfectamente hecha en decorados.
Saludos.
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